sábado, 19 de febrero de 2011

Desayuno con Mazita



Ayer fuimos a ver a Daniel Maza, el bajista uruguayo que solo es editado en Argentina. En Montevideo no tienen ni puta idea de la existencia de este músico grosísimo. De hecho en una disquería charrúa nos dijeron que lo contactáramos por facebook para que le vendiera sus CDs a la disquería…

Acá, en Buenos Aires, es más fácil: lo vas a ver a La trastienda o a Los 36 billares y te comprás los disquitos. Esta mañana me levanté con ganas de seguir en el ritmo de ayer: en un ir y venir entre bolero, cumbia, candombe y jazz. Así que la musiquita me acompañó en el desayuno habitual de los fines de semana: café con leche más tostadas de pan de salvado, una con queso y otra con dulce de ruibarbo.

lunes, 5 de abril de 2010

Suena Putumayo con sabor a calabaza


No tenía idea de lo que era Putumayo hasta que un compañero del laburo, con mucha generosidad, lo sumó a la música que compartimos durante 8 horas cuatro días a la semana. La música de la PC 2 tiene un repertorio muy amplio que pasa por todos los estilos pero sin embargo no había nada similar a Putumayo. Parece que es un sello que reúne artistas varios alrededor del mundo y los junta en diversos compilados. Sonidos del Brasil, de África, de Cuba, de la Argentina, aparecen en estos discos, que de la compu del trabajo viajaron en pen drive hasta la consola de mi casa.
El sábado venían las chicas y decidí cocinar un soufflé de calabaza, ese que se hace con calabaza, puerros, huevos, queso crema, y condimentos: sal, pimienta, pimentón, ají molido, nuez moscada. Mientras, escuchaba uno de los discos de Putumayo, el de Cuba, que empieza con un tema de Ibrahim Ferrer, y sigue con artistas deliciosos.
La tarde noche transcurrió entre un huevo batido, un paso de baile y un leve intento de entonar una canción, y para cuando llegaron las chicas, ya estaba todo cocinado.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Donato + Seu Jorge = bocatto di cardenale

El tiramisú es originario de Italia, así que para hacerlo en casa hay que ir a las fuentes. Un cocinero italiano muy carismático y relativamente popular que está cerca nuestro es Donato De Santis, el mismo del Gourmet, el mismo de alguna que otra publicidad de alimentos. Además de ser un canchero, Donato es bueno en lo que hace. Recuerdo con mucho sabor una focaccia y, ni hablar, del tiramisú.

Es un postre que no hago muy seguido por varios motivos: es una bomba, hace falta mucha gente para terminarlo, y es muy costoso, no solo por lo caro de su ingrediente principal, el mascarpone, sino porque es bastante difícil conseguirlo. De hecho, es muy común que en los restaurantes reemplacen el mascarpone por cualquier queso crema, lo que, obviamente, afecta al producto final.

El de Donato es un tiramisú completo, redondo, hasta las vainillas son caseras. Lleva varios pasos pero aseguro que vale la pena. Para ponerle un toque latino a este manjar tan italiano, tan europeo, tan sofisticado, me inspiré con la infalible onda de un brasileño: Seu Jorge. Un moreno que canta muy lindo, hace una música de esas que acompaña hasta el final, que no se queda en veremos. Donato y Seu Jorge, dos talentos per se, que brillaron juntos en mi tiramisú.

jueves, 11 de marzo de 2010

Cheesecake + Let it bleed


No sé si será que la tapa del disco Let it bleed de los viejos y buenos Rolling Stones me inspiró o qué, pero lo cierto es que a pesar de que se me quemó un poco, el cheesecake me salió bien clásico.
Hay que batir 200 gramos de queso mascarpone + 650 de queso philadelphia + 180 de azúcar + 100 cc de crema de leche + ½ taza de maizena + la ralladura de una naranja + 3 huevos (se sugiere batir las claras por separado para que quede más espumoso).
Pero antes se muelen dos paquetes de galletitas –las vocación de ayer, o las maná de hoy– y se les agrega 150 gramos de manteca derretida, se pone en la tartera, solo unos acordes al horno y sale para ser rellenado con la mezcla batida. Eso vuelve al horno alrededor de 40 minutos y se saca para ser decorado con mermelada de arándanos y, si es la época, también, arándanos frescos.
Lo comimos sin música porque, la verdad, es que suena solo. Y cómo suena.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Guacamole reversionado + Martín Buscaglia


El guacamole es un clásico de la cocina mexicana que ya hace algunos años se volvió un clásico de mi cocina. Apenas lo conocí lo adopté como un aliado buena onda, que te saca de un apuro, que siempre te salva y te hace quedar bien. El guacamole es fácil, muy fácil pero tiene un ingrediente que es la figurita difícil: el cilantro. A pesar de que a simple vista es muy parecido al perejil, no se consigue en cualquier lado, muchas veces te lo cobran caro y en verano, con el calor, desaparece del mercado.

El otro día, todo estaba dado para saborear un delicioso guacamole: Martín Buscaglia cantaba fuerte, con ganas, con ritmo: 'Gracias cerebro por dejarme en paz', yo abría la heladera y la palta estaba justito para comer, un tomatito solitario me decía: 'dale loca, con un poquito te alcanza' y una cebollita también me animaba. El frasco de picante, ansioso porque lo destape y así volver a respirar. Lo que no estaba, lo que no tenía y lo que no iba a conseguir, era el cilantro.

A pesar de eso, no me acobardé, pensé en un reemplazante y aunque no exista nadie como él, se me ocurrió ir a la terraza donde tengo una mini planta de albahaca que tiene un aroma... increíble. Saqué algunas hojitas y me armé un guacamole reversionado.

Lo llevé a la mesa y la verdad es que no defraudó, al contrario, se la bancó bien y se convirtió en una gran alternativa para cuando el cilantro escasea. Eso sí, para que salga óptimo tiene que ser acompañado por la música de Martín. "Gracias Martín por dejarme en paz".

lunes, 23 de junio de 2008

Esto no puede fallar


Esta es una receta para los chicos que saben cocinar y quieren levantarse una chica que verdaderamente les interese. (Si fuese varón, me hubiese ganado un montón de mujeres con este método).


La invitación puede ser "a cenar a casa". Jugar de local siempre favorece. Como bien anticipé en el título, la combinación que relataré a continuación no puede fallar.


Ingredientes:

Música ideal: Just the way you are (versión Willy Crook). Es más romántico que Fausto Papetti. Pero bien, nada de meloso porque sí.


Ambiente cálido: luces bajas, velas y algún que otro hornito o sahumerio con aroma a vainilla, por ejemplo.


Vino bueno: me inclino por un syrah. La marca depende del bolsillo de cada uno pero con un Fond de Cave quedás como un duque.


Plato casero y rico: Risotto con mariscos.


Preparación:

Mientras cocinás el risotto tenés que tener buena onda, es importante la aclimatación. Entonces andá entrando en calor con "Versiones", el disco de Willy Crook que incluye Just the way you are. También podés ir aromatizando, así cuando llega la chica vos ya estás en sinto y no parece que está todo armado.


El risotto se hace así: ponés un poquito de aceite en la sartén y si querés le tirás ajo o cebolla hasta que se dore. Después le ponés el arroz y finalmente le vas agregando caldo de a poco. Esto es slow food así que paciencia. Hay que ir revolviendo para que no se pegue y seguir hidratando con el caldo hasta que el arroz esté listo para comer. Pero no te precipites. Un poco antes de que esté el arroz le agregás los mariscos que quieras previamente cocidos y cortados (calamares-berberechos-langostinos-pulpo, por ejemplo) y lo condimentás con sal, pimienta y todas las especies que tengas ganas. Un poco de picante (llámese pimentón) siempre viene al pelo.


Listo. Descorchá y disfrutá, ya tenés la victoria asegurada.