miércoles, 24 de marzo de 2010

Donato + Seu Jorge = bocatto di cardenale

El tiramisú es originario de Italia, así que para hacerlo en casa hay que ir a las fuentes. Un cocinero italiano muy carismático y relativamente popular que está cerca nuestro es Donato De Santis, el mismo del Gourmet, el mismo de alguna que otra publicidad de alimentos. Además de ser un canchero, Donato es bueno en lo que hace. Recuerdo con mucho sabor una focaccia y, ni hablar, del tiramisú.

Es un postre que no hago muy seguido por varios motivos: es una bomba, hace falta mucha gente para terminarlo, y es muy costoso, no solo por lo caro de su ingrediente principal, el mascarpone, sino porque es bastante difícil conseguirlo. De hecho, es muy común que en los restaurantes reemplacen el mascarpone por cualquier queso crema, lo que, obviamente, afecta al producto final.

El de Donato es un tiramisú completo, redondo, hasta las vainillas son caseras. Lleva varios pasos pero aseguro que vale la pena. Para ponerle un toque latino a este manjar tan italiano, tan europeo, tan sofisticado, me inspiré con la infalible onda de un brasileño: Seu Jorge. Un moreno que canta muy lindo, hace una música de esas que acompaña hasta el final, que no se queda en veremos. Donato y Seu Jorge, dos talentos per se, que brillaron juntos en mi tiramisú.

jueves, 11 de marzo de 2010

Cheesecake + Let it bleed


No sé si será que la tapa del disco Let it bleed de los viejos y buenos Rolling Stones me inspiró o qué, pero lo cierto es que a pesar de que se me quemó un poco, el cheesecake me salió bien clásico.
Hay que batir 200 gramos de queso mascarpone + 650 de queso philadelphia + 180 de azúcar + 100 cc de crema de leche + ½ taza de maizena + la ralladura de una naranja + 3 huevos (se sugiere batir las claras por separado para que quede más espumoso).
Pero antes se muelen dos paquetes de galletitas –las vocación de ayer, o las maná de hoy– y se les agrega 150 gramos de manteca derretida, se pone en la tartera, solo unos acordes al horno y sale para ser rellenado con la mezcla batida. Eso vuelve al horno alrededor de 40 minutos y se saca para ser decorado con mermelada de arándanos y, si es la época, también, arándanos frescos.
Lo comimos sin música porque, la verdad, es que suena solo. Y cómo suena.